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Las oraciones cristianas son diversas: pueden ser completamente espontáneas, o leídas íntegramente a partir de un texto, como el de un breviario, que contiene las horas canónicas que se rezan en momentos fijos de oración. Mientras se reza, las oraciones suelen ir acompañadas de ciertos gestos, como juntar las manos, inclinar la cabeza, arrodillarse (a menudo en el reclinatorio de un banco en el culto colectivo o en el reclinatorio de un prie-dieu en el culto privado) y prosternarse.
Desde los tiempos de la Iglesia primitiva, se ha enseñado la práctica de siete tiempos fijos de oración; en la Tradición Apostólica, Hipólito instruía a los cristianos a rezar siete veces al día “al levantarse, al encender la lámpara de la tarde, al acostarse, a medianoche” y “la tercera, sexta y novena horas del día, siendo horas asociadas con la Pasión de Cristo”[12][13]. “12][13][14][15] Los cristianos ortodoxos orientales, como los coptos y los hindúes, utilizan un breviario como el Agpeya y el Shehimo para rezar las horas canónicas siete veces al día en momentos fijos de oración mirando hacia el este, en previsión de la Segunda Venida de Jesús; esta práctica cristiana tiene sus raíces en el Salmo 119:164, en el que el profeta David reza a Dios siete veces al día. 16] [17] Las campanas de las iglesias obligan a los cristianos a rezar a esas horas[18]. Antes de rezar, se lavan las manos y la cara para estar limpios ante Dios y presentarle lo mejor de sí mismos; se quitan los zapatos para reconocer que se está ofreciendo una oración ante un Dios santo[19] [20]. [19][20] En estas confesiones cristianas, y en muchas otras también, es costumbre que las mujeres lleven un velo cristiano en la cabeza cuando rezan[21][22] Muchos cristianos han colgado históricamente una cruz cristiana en la pared oriental de sus casas para indicar la dirección este de la oración durante estas siete horas de oración[23][12][24].
Importancia de la oración con las Escrituras
Si Dios sabe lo que necesito, ¿por qué debo rezar? Del mismo modo que la Biblia es importante para enseñarnos quién es Jesús, qué ha hecho por nosotros y quiénes somos en Él, la oración también es un elemento clave para construir una relación más profunda y duradera con Dios. Cuando leemos la Biblia, Dios nos habla. Cuando rezamos, hablamos con Dios.
Sabemos que podemos rezar directamente a Dios y que Él nos escucha (Más sobre rezar directamente a Dios. Lea “¿Por qué rezan los católicos a los santos?”). Anhelamos oír la voz de Dios. Pero, ¿recordamos también que Dios desea oír nuestras voces? El Dios del universo, el Dios omnisciente, omnipotente y omnipresente de toda la creación, nos invita a su presencia para hablarle y compartir con Él todo lo que hay en nuestros corazones.
A veces es fácil caer en la trampa de pensar que Dios conoce cada uno de mis pensamientos y todas mis necesidades. Me ama y ha prometido cuidarme. Entonces, ¿por qué necesito orar? Si Dios es inmutable (no cambia) y es eterno y omnisciente (conoce el principio desde el final), entonces ¿por qué debería pedirle algo que tal vez no esté dispuesto a darme? ¿O por qué habría de contarle cosas que Él ya sabe? ¿Por qué debería contarle mis preocupaciones, si confío en que Él es bueno y se preocupa por mí?
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Por Aaron Joseph HallCuando oramos, no es para obtener lo que queremos de Dios. Más bien, la oración es una manera de conectarnos con Él y realinear nuestros corazones con el Suyo. La oración es uno de los aspectos más importantes de nuestras vidas como seguidores de Jesús, y no debe tomarse a la ligera. En esta entrada del blog, discutiremos la importancia de la oración y cómo puede beneficiarnos de muchas maneras. La oración no es algo que debemos hacer sólo en la iglesia o durante el estudio de la Biblia. Es algo que podemos hacer todos los días. Como cualquier relación, si no pasas tiempo con esa persona la relación sufrirá. La oración es una manera de pasar tiempo con Dios. Es una manera de conectar con Él y alinear nuestros corazones con los Suyos. Cuando rezamos, invitamos a Dios a nuestras vidas y le pedimos que nos guíe. Y si eres como yo, ¡necesito Su guía todos los días!
7 razones por las que rezar es importante
La oración es una parte importante de la vida cristiana. Es la forma en que nos comunicamos con el Señor y le alabamos. Para entender el propósito de la oración, es importante entender primero lo que no es la oración. Hay muchos puntos de vista erróneos en el mundo y en la cultura acerca de la oración, incluso entre los cristianos, y estos deben ser abordados en primer lugar. La oración no es
Mucha gente cree que la oración consiste únicamente en pedir cosas a Dios. Aunque la súplica es una parte de la oración (Filipenses 4:6), no es el único propósito de la oración. Orar por nuestras necesidades y las de los demás es necesario y beneficioso, pero la oración es mucho más que eso. A. W. Tozer advirtió: “La oración entre los cristianos evangélicos corre siempre el peligro de degenerar en una glorificada ‘fiebre del oro'” (Mornings with Tozer: Daily Devotional Readings, compilado por Gerald Smith, Moody Publishers, 2008, entrada del 26 de febrero). Pero Dios no es un genio mágico que responde a todos nuestros deseos, ni tampoco es un Dios débil que pueda ser controlado por nuestras oraciones.
La mejor manera de aprender sobre el propósito de la oración es estudiar el ejemplo de Jesús durante Su ministerio terrenal. Jesús oraba por sí mismo y por los demás, y oraba para estar en comunión con el Padre. Juan 17 es un gran lugar para ver el uso que Jesús hizo de la oración. No sólo ora para que el Padre sea glorificado, sino que también ora por Sus discípulos y “por los que creerán en mí por medio del mensaje de ellos” (Juan 17:20). El sometimiento a la voluntad del Padre fue otro aspecto de la vida de oración de Jesús, que se puso de relieve en su oración del huerto de Getsemaní: “No hagas lo que yo quiero, sino lo que tú quieres” (Mateo 26:39). Ante cualquier petición, debemos someternos a la voluntad de Dios.