Romper una maldición
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Las oraciones por los miembros de la familia son oraciones para mantener a la familia unida y segura. Es una oración que rezamos para pedir a Dios ayuda para resolver los problemas de los miembros de la familia y para fortalecerla. A veces los miembros de nuestra familia pueden ser la causa de distracción y preocupación. Algunos miembros de tu familia no tienen una relación personal con Dios, por lo que tu oración por ellos es esencial. Recuerda las palabras del Papa Juan Pablo II: “Una familia que reza unida permanece unida”.
Padre celestial, te doy gracias por la familia en la que he nacido. Te doy gracias porque es la mejor elección que has hecho para mí. Te pido que guardes a mi familia de toda forma de mal en Jesús. Dios, te pido que tu presencia nunca se aleje de mi familia y que se establezca tu propósito para mi familia. Permite que mi familia resuelva todos los problemas que enfrentamos. Que el plan del diablo de robar, matar y destruir nunca tenga éxito contra ningún miembro de mi familia. Declaro que en mi familia todos crecerán en el conocimiento del Señor. Dios, te pido fortaleza para los miembros de mi familia. En el nombre de Jesús. Amen.
Oraciones para romper maldiciones familiares
Porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, pero que muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Las maldiciones generacionales pueden ser rotas en el poderoso nombre de Jesucristo y por la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Las siguientes son tres claves para ayudarte y una oración de fe para ayudarte a liberarte, para liberar la bendición de Dios en tu vida.
2. Suplica a Dios que te limpie y te libere de cualquiera de los pecados de tus antepasados o generacionales en el nombre de Jesucristo, y por Su sangre en una declaración de la Palabra de Dios (Colosenses 2:15, Hebreos 4:12, 1 Juan 3:8 y 4:4).
Confieso y renuncio a toda iniquidad, transgresión y pecado que yo, mis padres o antepasados hayamos cometido, conocidos o desconocidos, voluntaria o involuntariamente y que hayan traído pobreza, ataduras, dominaciones, aflicciones o enfermedad a mi vida o sobre ella.
Te pido perdón, limpieza y restauración y que Tú Padre, me liberes de cualquier atadura ancestral impía. Yo renuncio al diablo y a todas sus obras, influencias, ataduras, dominaciones, aflicciones y enfermedades en o sobre mi vida.
Cómo romper las maldiciones generacionales
Santo, te pido que ayudes a cada miembro de nuestra familia a ser completamente humildes y gentiles en nuestras interacciones con los demás; y a ser pacientes, soportando con amor las faltas de los demás – incluso cuando estemos cansados, frustrados, enojados, o
Dios bondadoso, ayúdanos a amarnos unos a otros con fervor. Haz que nuestro amor crezca tan profundamente que sea capaz y esté dispuesto a superar y perdonar una multitud de recelos. Inspira un espíritu de hospitalidad en cada uno de nosotros y permítenos compartir alegremente nuestro hogar . Reconocemos que nos has dado a cada uno dones espirituales.
Ayúdanos a dejar de lado nuestras propias necesidades y a utilizar esos dones para servirnos bien los unos a los otros. Confiaremos en la fuerza y la energía que Tú nos proporcionas. Oramos para que todo lo que hagamos dentro de esta unidad familiar te traiga gloria a través de Aquel que vive en nosotros.
Señor Dios, te entrego a todos los miembros de nuestra familia. Tú los conoces tan bien y los amas a todos. Te pido que nos cubras con un arco iris de esperanza. Esperanza que nos una para resolver nuestras diferencias. Esperanza que nos ayude a celebrar juntos y a cuidarnos unos a otros. Esperanza que cabalga como un estandarte en nuestras vidas y vela por nosotros dondequiera que vayamos. Esperanza que supera la adversidad y reúne fuerzas para vencer. Esperanza que nos guía y nos da visión para nuestro futuro solos y juntos.
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Meg escribe sobre la vida cotidiana dentro del amor de Cristo como escritora independiente, bloguera en Sunny&80, y autora de “Friends with Everyone, Friendship within the Love of Christ”, “Surface, Unlocking the Gift of Sensitivity”, y “Glory Up, The Everyday Pursuit of Praise”, y “Home, Finding Our Identity in Christ”. Obtuvo un título en Marketing/RRPP en la Universidad de Ashland, pero abandonó el mundo de los negocios para quedarse en casa y criar a sus dos hijas… lo que la llevó a perseguir su pasión por escribir. Siempre activa en su comunidad y en su iglesia local, Meg también dirige estudios bíblicos para mujeres y chicas adolescentes.