Oración diaria por las almas del purgatorio
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La Novena por las Almas del Purgatorio fue compuesta por San Alfonso de Ligorio y suele rezarse durante los nueve días que preceden a la festividad de Todos los Santos (aunque puede rezarse en cualquier momento del año). La novena invoca una petición especial de Dios a través de la intercesión de las santas almas del Purgatorio.
Novena por las Santas Almas del PurgatorioPrimer día – Meditación [Vídeo de oración para el primer día]Son múltiples los sufrimientos que estas Benditas Almas deben soportar, pero el mayor de todos es el reflejo de que sus pecados en vida son la causa de sus tormentos actuales. Primer Día – OraciónO Jesús, mi Salvador, tantas veces he merecido ser arrojado al Infierno; ¡cuán grande sería mi sufrimiento si ahora fuera arrojado y obligado a pensar que yo mismo he causado mi condenación! Te doy gracias por la paciencia que me has tenido. Dios mío, te amo sobre todas las cosas y siento de todo corazón haberte ofendido, porque Tú eres bondad infinita. Preferiría morir antes que ofenderte de nuevo. Concédeme la gracia de la perseverancia; ten piedad de mí y, al mismo tiempo, de las Benditas Almas que sufren en el Purgatorio. Oh María, Madre de Dios, ven en su ayuda con tu poderosa intercesión. [Ir a las oraciones finales]
Una manera breve y fácil de rezar por las almas del purgatorio
En esta ocasión, la Iglesia no sólo multiplica el número de misas el 2 de noviembre, Día de Todos los Santos, sino que también anima a los fieles a honrar sus tumbas y a hacer que se digan misas por sus difuntos durante todo este mes. Estas obras de piedad van acompañadas de indulgencias.
Desde hace varias décadas, sobre todo en los países occidentales, se ha extendido la práctica de incinerar los cadáveres. Esta costumbre se opone a la Tradición y está prohibida por el derecho de la Iglesia, hasta el punto de que ordinariamente es motivo suficiente para negarse a celebrar los funerales de quienes voluntariamente se hacen incinerar.
Los lectores encontrarán en nuestros “Documentos” dos artículos aparecidos en Suiza: uno fue publicado hace veinte años por el padre Philippe Nansenet y el otro hace casi cien años. Siguen siendo muy pertinentes para esta cuestión candente.
Un artículo del cardenal Pie, santo obispo de Poitiers, explica por su parte la muy consoladora doctrina de las indulgencias. Aunque tergiversadas por Lutero y caricaturizadas por protestantes y librepensadores, las obras indulgenciadas son, por el contrario, un poderoso medio de santificación de las almas. Pueden ganarse para los fieles difuntos y son una manifestación de la comunión de los santos.
Oración por las almas católica
Que veas la luz de Dios en el camino que tienes por delante Cuando el camino que recorres es oscuro. Que siempre oigas, incluso en tu hora de dolor, El suave canto de la alondra. Cuando los tiempos sean duros, que la durezaNunca convierta tu corazón en piedra, Que siempre recuerdes cuando las sombras caigan, Que no caminas solo.
Rezamos para que en este tiempo de pérdida, Sientas mucho más el amor de Dios Y que encuentres tu consuelo En la presencia del Señor Rezamos para que Dios derrame sobre ti, Su dulce gracia asombrosa Y desborde tu corazón de paz Mientras vives en Su abrazo. – M.S. Lowndes
Pero sólo por tan poco tiempo nos has prestado. Porque hasta un dibujo tallado en obsidiana se desvanece, y las plumas verdes, las plumas de la corona, del pájaro Quetzal pierden su color, y hasta los sonidos de la cascada se apagan en la estación seca.
Bendice a los que lloran, Dios eterno, con el consuelo de tu amor para que puedan afrontar cada nuevo día con esperanza y la certeza de que nada puede destruir el bien que se les ha dado. Que sus recuerdos sean alegres, sus días enriquecidos con amistad y sus vidas rodeadas de tu amor.
7 días de oración por las almas del purgatorio
La Iglesia dedica el mes de noviembre a las santas almas del purgatorio. Anima a los fieles a ofrecer oraciones, indulgencias, obras de penitencia y/o limosnas por estas almas sufrientes que no pueden valerse por sí mismas.
“Todos los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero todavía imperfectamente purificados, tienen en efecto asegurada su salvación eterna; pero después de la muerte se someten a la purificación, a fin de alcanzar la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.” (CIC 1030)
“Esta enseñanza se basa también en la práctica de la oración por los difuntos, ya mencionada en la Sagrada Escritura: ‘Por eso Judas Macabeo] hizo expiación por los muertos, para que fueran liberados de su pecado.'” (CIC 1032)
“Desde el principio, la Iglesia honra la memoria de los difuntos y ofrece oraciones en sufragio por ellos, sobre todo el sacrificio eucarístico, para que, así purificados, alcancen la visión beatífica de Dios. La Iglesia alaba también las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia realizadas en favor de los difuntos: