Día de la consagración
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Actos de amor, afecto piadoso a la Santísima Virgen, imitación de sus virtudes, especialmente su profunda humildad, su fe viva, su obediencia ciega, su oración mental continua, su mortificación en todas las cosas, su pureza sobrecogedora, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura angélica y su sabiduría divina: “siendo”, como dice San Luis de Montfort, “las diez principales virtudes de la Santísima Virgen”.
María es nuestra soberana y nuestra mediadora, nuestra Madre y nuestra Señora. Procuremos, pues, conocer los efectos de esta realeza, de esta mediación y de esta maternidad, así como las grandezas y prerrogativas que son su fundamento o consecuencia.
De Montfort nos insta a ponernos en la posición de “esclavos” de María. ¿No es esto duro, exagerado quizás? ¿Qué implica esta esclavitud? Esta esclavitud voluntaria nos pone a merced del amo, o ama en este caso, sin tener posesiones personales, cumpliendo sus órdenes sin rechistar. En efecto, ¡se trata de una devoción mucho mayor de la que quizá hayamos considerado cuando nos embarcamos en este viaje! Pero, ¿por qué no? Elegir ser colocado en tal posición sólo puede ser un acto inspirado, el acto de un predestinado. ¿No colocó Dios a Jesús en esa misma posición? ¿Quiénes somos nosotros para estar menos abandonados a la Virgen, a la Madre de Jesús, que Aquel que eligió tomar la forma de esclavo, asumir nuestra humanidad, para poder caminar entre nosotros y redimirnos en el acto de amor en el que murió en la cruz por nuestra salvación? – Bernadette Harmon
33 días de consagración al sagrado corazón de jesús
Actos de amor, afecto piadoso a la Santísima Virgen, imitación de sus virtudes, especialmente su profunda humildad, su fe viva, su obediencia ciega, su oración mental continua, su mortificación en todas las cosas, su pureza sobrecogedora, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura angélica y su sabiduría divina: “siendo”, como dice San Luis de Montfort, “las diez principales virtudes de la Santísima Virgen”.
Debemos unirnos a Jesús por medio de María, esta es la característica de nuestra devoción; por ello, San Luis De Montfort pide que nos empleemos en adquirir un conocimiento de la Santísima Virgen.
María es nuestra soberana y nuestra mediadora, nuestra Madre y nuestra Señora. Procuremos, pues, conocer los efectos de esta realeza, de esta mediación y de esta maternidad, así como las grandezas y prerrogativas que son su fundamento o consecuencia. Nuestra Madre es también un molde perfecto en el que hemos de moldearnos para hacer nuestras sus intenciones y disposiciones. Esto no podemos conseguirlo sin estudiar la vida interior de María; es decir, sus virtudes, sus sentimientos, sus acciones, su participación en los misterios de Cristo y su unión con Él.
Consagración total a jesús a través de maría app
Por si sirve de algo, San Luis de Montfort dijo que consagrarse a Jesús a través de María -o consagración mariana, como se llama- “es la manera más segura, más fácil, más corta y más perfecta de acercarse a Jesús”. Así es: no utilizó la coma de Oxford.
Consagrarse a Jesús por medio de María es, en el fondo, decirle a María: totus tuus, “todo tuyo, María”. Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío. La consagración es dar todo nuestro ser a Jesús por medio de María, y a cambio, recibirlo por medio de ella.
Eso es todo. Es tan fácil, tan corto, tan seguro, tan perfecto. Sin embargo, al igual que el “sí quiero” de dos personas casadas, esta entrega requiere comprensión, preparación, un día especial, recordatorios y renovaciones. Repasemos cada uno de estos aspectos.
Para comprender mejor lo que significa consagrarse a Jesús a través de María y conocer mejor a María y su papel para nosotros, te sugiero que leas La verdadera devoción a María de San Luis de Montfort. El mismo Papa San Juan Pablo II dijo “La lectura de este libro fue un punto de inflexión decisivo en mi vida”. La Verdadera Devoción a María fue el comienzo de un viaje espiritual para él, y continuó hasta su papado y a través de él. ¿Su lema papal? Totus Tuus. “Todo tuyo, María”.
33 días de consagración a maría
El acto de consagración es “reparar el cableado”, el primer paso, antes de que la protección y la provisión de Dios puedan fluir. Es el nuevo acto de dedicarte a ti mismo -o a tu hogar, a una relación, a un trabajo, a tu sexualidad, a lo que sea que necesite la gracia de Dios- deliberada e intencionadamente a Jesús, llevándolo plenamente a su reino y bajo su gobierno. Parece tan obvio, ahora que lo decimos, pero te sorprendería saber con qué frecuencia se pasa por alto este paso vital (y luego la gente se pregunta por qué sus oraciones no parecen ser efectivas).
A continuación encontrarás varias oraciones de consagración diferentes. Es posible que quieras o necesites cambiar algunas ideas o redacciones para adaptarlas a los aspectos específicos que quieras consagrar. Pero éstas deberían proporcionar algunas pautas útiles.
Cuando yo (John) entro en mi despacho para trabajar en este libro, no empiezo a aporrear el teclado; eso sería una completa tontería y, francamente, un poco arrogante. Este libro es demasiado importante; lo quiero totalmente bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo. Además, el enemigo obstaculiza el proceso como puede. Así que primero -después de mis oraciones diarias- pongo música de adoración, me arrodillo y adoro a Dios en mi oficina; adoro a Jesús “sobre” mi oficina y el libro que estoy escribiendo. Luego rezo algo así: