Reflexión sobre el poder de la oración
Contenidos
Atención Este sitio no es compatible con la versión actual de su navegador. Para obtener la mejor experiencia posible al utilizar nuestro sitio web, le recomendamos que actualice a una versión más reciente o que instale otro navegador.
Dios, nuestro amoroso Padre Celestial, quiere que nos comuniquemos con Él a través de la oración. Él siempre nos escucha cuando oramos. La oración diaria puede bendecirte a ti, a tu familia y a aquellos por quienes oras. También puede traer más paz a su vida, ayudarle a conocer mejor el plan de Dios para usted y mucho más. He aquí diez maneras en las que la oración puede mejorar tu vida, empezando hoy mismo.
Al igual que tus padres aquí en la tierra, tu Padre Celestial quiere saber de ti y hablar contigo. Cuando rezas, Él te escucha. Entonces Él responde a tus oraciones en forma de pensamientos, sentimientos espirituales, escrituras, o incluso las acciones de otras personas.
Orar y escuchar las respuestas que Dios te da puede ayudarte a entender mejor tu propósito en la vida. Dios te ayudará a entender por qué estás aquí y qué puedes hacer para volver a vivir con Él después de esta vida.
Rezar sin cesar significado
Cuando oramos, debemos dedicar un tiempo a escuchar a Dios para que hable. La oración es poderosa porque es la oportunidad de dar a conocer nuestras peticiones a Dios, pero también de que nos comunique sus deseos.
1. La oración calma un espíritu ansioso. No sé tú, pero a veces la ansiedad y la preocupación amenazan con agotarme. Me doy cuenta de que rezar puede ayudar a calmar mi mente. Cuando no me salen las palabras, convierto Isaías 26:3 en una oración: “La paz perfecta me pertenece porque mi mente está fija en Ti porque confío en Ti. Ayúdame a confiar en Ti, Señor”.
2. La oración te recuerda el poder de Dios. Servimos a un Dios asombroso. Eso es algo que nos gusta afirmar, pero no estoy seguro de que lo creamos. O tal vez es que no podemos conceptualizar lo asombroso que es Dios. El poder de la oracion es que nos trae a la presencia de Dios para que El pueda ministrarnos. Dios mismo, puede mostrarnos lo poderoso y poderoso y asombroso que es.
3. Orar aumenta tu fe. Una de mis historias favoritas de la Biblia es la del padre cuyo hijo estaba poseído por un espíritu sordomudo (Marcos 9:17-29). Los discípulos habían intentado liberar al niño de su captor demoníaco, pero habían fracasado. Al borde de la desesperación, este pobre padre se acercó a Jesús y le dijo: “Ayúdanos, si puedes” (Marcos 9:24).
Cómo rezar con eficacia
Existen pruebas científicas sólidas que indican que la fe y la oración pueden ayudarnos a gozar de mejor salud física, mental y psicológica. Se han publicado muchos estudios tanto en revistas médicas como psicológicas que apoyan los efectos positivos de la oración y la fe. Pero algunos de los estudios relacionados con la oración tienen resultados contradictorios dependiendo del tipo de oración, el grupo demográfico y los métodos y medios utilizados para medir sus efectos. Por lo tanto, es importante seguir estos estudios con una mente crítica para poder ver por qué llegaron a sus conclusiones. Pero, en general, la mayoría de las conclusiones apoyan las influencias positivas de la oración y la fe en la salud y el funcionamiento humanos. El médico e investigador Larry Dossey, M. D., en su libro “Prayer is Good Medicine” (La oración es una buena medicina), analiza cómo rezar por uno mismo y por los demás puede tener un efecto curativo científicamente medible en enfermedades y traumas. En lo que respecta a los tipos de oración, existen distintos tipos. Para las grandes religiones como el cristianismo, el judaísmo y el islam, la oración se centra más en algo “fuera de uno mismo”, por lo que rezan a Dios. Pero las tradiciones más místicas de estas religiones, como el gnosticismo, el cabalismo y el sufismo, parece que se centran más en el aspecto “interior del yo” de la oración, creyendo que todos tenemos una divinidad dentro de nosotros. Y luego están las tradiciones orientales como el budismo y el hinduismo, que se centran en la mediación más que en la oración. Publicidad
Conclusión sobre el poder de la oración
2) El Señor Dios Todopoderoso invita a Su pueblo a rezarle. La oración a Dios debe hacerse persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), con fe (Santiago 1:5), dentro de la voluntad de Dios (Mateo 6:10), para la gloria de Dios (Juan 14:13-14), y desde un corazón recto con Dios (Santiago 5:16).
3) El Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de Sus hijos. Él nos ordena orar, y promete escucharnos cuando lo hagamos. “En mi angustia invoqué a Yahveh; clamé a mi Dios pidiendo ayuda. Desde su templo oyó mi voz; mi clamor llegó ante él, a sus oídos” (Salmo 18:6).
4) El Señor Dios Todopoderoso responde a la oración. “Te invoco, oh Dios, porque tú me responderás” (Salmo 17:6). “Claman los justos, y Yahveh los oye; los libra de todas sus angustias” (Salmo 34:17).
Otra idea popular es que la cantidad de fe que tenemos determina si Dios responderá o no a nuestras oraciones. Sin embargo, a veces el Señor responde a nuestras oraciones a pesar de nuestra propia falta de fe. En Hechos 12, la iglesia ora por la liberación de Pedro de la prisión (v. 5), y Dios responde a su oración (vv. 7-11). Pedro va a la puerta de la reunión de oración y llama, pero los que están orando se niegan al principio a creer que sea realmente Pedro. Rezaban para que fuera liberado, pero no esperaban una respuesta a sus oraciones.