La milagrosa historia de la herida del hombro de Jesús
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Una Oración para Honrar la Herida del Hombro de Cristo | Cuán destrozado y agonizante debió estar el hombro del Señor aquel día por soportar el peso de la pesada cruz hasta el Calvario. Esta es una oración para honrar la herida del hombro de Jesús. Tanto San Padre Pío como San Bernardo de Claraval tenían una sincera devoción por la herida del hombro de Cristo.
Oh Jesús Amoroso, manso Cordero de Dios, yo, miserable pecador, saludo y adoro la Sacratísima Herida del Hombro sobre la que llevaste Tu pesada Cruz, que desgarró Tu carne y desnudó Tus Huesos hasta infligirte una angustia mayor que cualquier otra herida de Tu Santísimo Cuerpo. Te adoro, oh Jesús Dolorosísimo; Te alabo y glorifico, y Te doy gracias por esta herida tan sagrada y dolorosa, suplicándote por ese dolor excesivo, y por la carga aplastante de Tu pesada Cruz que seas misericordioso conmigo, pecador, que perdones todos mis pecados mortales y veniales, y que me conduzcas hacia el Cielo por el Camino de Tu Cruz. Amén.
¿Cómo se venera la herida del hombro de Jesús?
Oh Amantísimo Jesús, manso Cordero de Dios, yo, miserable pecador, saludo y venero la Sacratísima Herida del Hombro sobre la que llevaste Tu pesada Cruz, que desgarró de tal modo Tu carne y desnudó Tus Huesos como para infligirte una angustia mayor que cualquier otra herida de Tu Santísimo Cuerpo.
¿Cuál es la oración más poderosa que puedes rezar?
Se llama “Oración de Jesús”, y consiste simplemente en pronunciar la única palabra “Jesús” (o “Señor Jesús”, o “Señor Jesucristo, ten piedad de mí, pecador”) en cualquier situación, en cualquier momento y lugar, en voz alta o en silencio.
Oración a san josé
Oh Jesús Amoroso, manso Cordero de Dios, yo, miserable pecador, saludo y adoro la Sacratísima Herida de Tu Hombro sobre la que cargaste Tu pesada Cruz, que desgarró de tal modo Tu carne y desnudó Tus Huesos que te infligió una angustia mayor que cualquier otra herida de Tu Santísimo Cuerpo. Te adoro, oh Jesús Dolorosísimo; Te alabo y glorifico, y Te doy gracias por esta herida tan sagrada y dolorosa, suplicándote por ese dolor excesivo, y por la carga aplastante de Tu pesada Cruz que seas misericordioso conmigo, pecador, que perdones todos mis pecados mortales y veniales, y que me conduzcas hacia el Cielo por el Camino de Tu Cruz. Amén.
Se cuenta en los anales de Claraval que San Bernardo preguntó a Nuestro Señor cuál era Su mayor sufrimiento no registrado, y Nuestro Señor respondió: “Tuve en Mi Hombro, mientras llevaba Mi Cruz en el Camino de los Dolores, una Herida dolorosa, que fue más dolorosa que las otras, y que no está registrada por los hombres. Honra esta herida con tu devoción, y te concederé todo lo que pidas por su virtud y mérito. Y con respecto a todos los que veneren esta Llaga, les remitiré todos sus pecados veniales, y no me acordaré más de sus pecados mortales.”
Novena del hombro de jesús
Las palabras de nuestras breves oraciones pueden variar. Podemos decir la versión clásica de la Oración de Jesús, o podemos decir: “Señor Jesucristo, ten piedad de mí”. Podemos decir: “Señor Jesús, ten piedad”. O podemos decir un versículo del Salmo, o una cita bíblica, o alguna otra oración.
La historia de la Oración de Jesús se remonta, por lo que sabemos, a principios del siglo VI, con Diadochos, que enseñaba que la repetición de la oración conduce a la quietud interior. Ya antes, Juan Casiano recomendaba este tipo de oración. En el Egipto del siglo IV, en Nitria, se practicaban breves oraciones en forma de “flecha”.
Abba Macario de Egipto decía que no es necesario perder el tiempo con palabras. Basta con extender las manos y decir: “Señor, según tu deseo y tu sabiduría, ten piedad”. Si te presionan en la lucha, di: “¡Señor, sálvame!” o di: “Señor”. Él sabe lo que es mejor para nosotros, y tendrá misericordia de nosotros.
Todos estamos llamados a orar sin cesar, dice san Pablo en 1 Tes 5,17. La verdadera pregunta es cómo. La oración de Jesús es una buena manera de orar constantemente. De hecho, la Oración de Jesús es la oración espiritual más extendida y más específicamente ortodoxa, según el metropolita Corneanu. Nuestra tarea es acercarnos a Dios. San Isaac de Siria dice que es imposible acercarse a Dios por otro medio que no sea aumentar la oración.
Promesas de la herida del hombro
Voices & ViewsseparateurCreado con Sketch.Padre Pio, Bernardo de Claraval y la herida del hombro de CristoDominio público y Roberto Dughetti – Lucia Dughetti (Pio) Via WikiPediaKathy Schiffer – published on 02/26/16Dos grandes santos se dedicaron en oración, y con dolor, a una herida de la Pasión de Cristo, “no registrada por los hombres . ¿Qué tienen en común el místico medieval San Bernardo de Claraval y el monje moderno San Padre Pío? Bueno, ambos son santos y comparten la recompensa eterna que Dios les ha preparado. Pero más allá