Nuestra señora de guadalupe mestiza
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Completamente y hábilmente formado por la utilización artística y la disposición de la coloración natural y el veteado que se encuentra dentro de varias piezas de azulejos de piedra de mármol de corte cuadrado para recrear la imagen icónica de Nuestra Señora de Guadalupe, este maravilloso mosaico fue creado por Nick de San Francisco y destinado a la instalación de una fuente.
Una vez que llamó la atención de Diego, la joven le preguntó hacia dónde se dirigía, preguntando: “Juan, el más pequeño y querido de mis hijos pequeños, ¿a dónde vas?”. Juan explicó que se dirigía al pueblo de Tlatelolco para oír misa y recibir instrucción religiosa. La joven Señora le reveló entonces su identidad y le dio a conocer sus intenciones: “Quiero que sepas quién soy. Soy la Virgen María, Madre del Único Dios Verdadero, de Aquel que da la vida. Él es Señor y Creador del cielo y de la tierra. Deseo que se construya un templo [un trecoali en el dialecto azteca de la lengua nativa de Juan Diego] en este lugar donde quiero manifestarlo; darlo a conocer; darlo a todos los hombres por medio de mi amor, mi compasión, mi ayuda y mi protección. En verdad soy tu Madre Misericordiosa; tu Madre y la Madre de todos los que habitan esta tierra, y de toda la humanidad; de todos los que me aman; de los que claman a mí; y de los que me buscan y confían en mí. Aquí escucharé su llanto y sus penas. Los llevaré a todos a mi corazón y curaré sus sufrimientos, aflicciones y penas. Así que corre ahora a Tenochtitlán [el nombre original e indígena del asentamiento que eventualmente se convertiría en la Ciudad de México] y dile al Señor Obispo todo lo que has visto y oído”.
¿Está la Virgen de Guadalupe en la Biblia?
La Basílica de Santa María de Guadalupe, oficialmente llamada Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe (en español: Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe) es un santuario de la Iglesia católica, dedicado a la Virgen María en su advocación de Guadalupe, ubicado al pie del Cerro del Tepeyac en la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México. Pertenece a la Arquidiócesis Primada de México a través de la Vicaría Guadalupana, que desde el 4 de noviembre de 2018 está a cargo de Monseñor Salvador Martínez Ávila, quien tiene el título de vicario general y episcopal de Guadalupe y abad de la basílica[2].
Es el recinto mariano más visitado del mundo, sólo superado por la Basílica de San Pedro. Aunque las cifras citadas no son uniformes, anualmente visitan el santuario unos veinte millones de peregrinos, de los cuales unos nueve millones lo hacen en los días cercanos a diciembre[3] La Basílica de Santa María de Guadalupe recibe anualmente al menos el doble de visitantes que los santuarios marianos más conocidos, lo que la convierte en un destacado fenómeno social y cultural.
Basílica de nuestra señora de guadalupe historia
“Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de México, Emperatriz de las Américas”. Este gran título, que se encuentra en los estandartes tradicionales que celebran a la Virgen de Guadalupe, pone de manifiesto su amplia repercusión en todo este continente.
Se la puede encontrar en iglesias y hogares, en los nombres de restaurantes, ríos, condados y empresas de construcción. Su nombre e imagen son portátiles, adornando camisetas, velas, medallas, carteles, tazas, artículos de papelería… la lista es interminable.
La Virgen de Guadalupe está firmemente arraigada desde la Concatedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Anchorage, Alaska, hasta una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe en el extremo sur de Sudamérica. La Virgen se celebra más allá de las Américas, con procesiones, por ejemplo, en varias iglesias de Roma.
Su presencia se atribuye a menudo a la diáspora de inmigrantes mexicanos en el continente americano. Sin embargo, su popularidad también se ha ampliado, convirtiéndose en un fenómeno transnacional que abarca a otros pueblos hispanos y no hispanos, así como a los no católicos.
Tal vez sus orígenes puedan arrojar luz sobre esto. El Nican Mopohua (“Aquí se dice…”) es un relato de las apariciones a San Juan Diego, escrito en náhuatl, la lengua azteca. Cuenta la historia de la aparición de Guadalupe a San Juan Diego en 1531, aproximadamente 10 años después de la conquista española del Imperio Azteca. Era una época en la que la cultura y la sociedad aztecas estaban siendo conquistadas, absorbidas y transformadas en algo nuevo.
Leyenda de guadalupe
20 de octubre de 2012 por P. Gus Puelo Esta tradición principalmente mexicana de la presentación de un niño a Dios, y a la Iglesia, surge del fuerte deseo de los padres de pedir la protección divina para su recién nacido, y de dar gracias por un parto seguro, ya que las tasas de mortalidad infantil son extremadamente altas en los países en desarrollo.
En la mayoría de las misas españolas que celebro los domingos, siempre hay un gran número de “presentaciones” de niños, que pueden tener tanto cuarenta días como tres años. Hacia el final de la misa, después de la oración final, digo los nombres de los niños que van a ser presentados ese día. Los que tienen cuarenta días son llevados al santuario en brazos de sus padres o de sus “padrinos”; mientras que los niños de tres años se acercan a mí acompañados por sus padres y padrinos. Luego, invito a los padres y padrinos de cada niño a acercarse al altar, de pie ante la congregación.
La presentación consta de tres partes: la señalización del niño con el signo de la cruz, la unción con el óleo de los catecúmenos y la consagración del recién nacido o del niño a María. 1 El rito comienza con mi oración sobre el niño sostenido en brazos de uno de los padrinos, o si tiene tres años, junto a los padrinos y los padres: