Oración de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego
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¿Por qué se reza a la Virgen de Guadalupe?
Ahora, más de 500 años después, la gente sigue rezando a Nuestra Señora de Guadalupe para que su intercesión les proteja y guíe. La tilma de San Juan Diego es visitada por numerosas personas cada día en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de Ciudad de México. María, como madre de Dios, también lo es de todo el pueblo de Dios.
¿Cómo se reza la Coronilla de la Virgen de Guadalupe?
Nuestra Señora de Guadalupe, madre mía, en tus manos unidas en oración, toma mis oraciones, peticiones y esperanzas, y preséntalas a Jesús por mí. Recordando el amor y el cuidado que tus manos le prodigaron, Él no rechazará lo que ahora contienen, aunque sean de mi parte. Amén.
Estampas de nuestra señora de guadalupe
Si es la voluntad de Dios, pido en este día que el don de la curación de todas las formas de cáncer sea concedido a (nombre). Consuélale en los momentos de angustia, dolor, confusión y desesperación. Pide a nuestro bondadoso Salvador que le conceda salud física, paz interior y paciencia en el sufrimiento.
Madre de Jesús, sé nuestra protectora y defensora contra todo lo que sea dañino o malo. Lleva nuestras necesidades ante Dios Todopoderoso, para que seamos rodeados por los Santos Ángeles de Dios, y danos la gracia de vencer todo peligro y superar todo lo que amenace nuestra salud y bienestar.
Sé para nosotros luz en tiempos de oscuridad, fuerza cuando somos débiles, sabiduría en nuestra confusión, curación en tiempos de enfermedad, y valor para trabajar a través de los problemas y dificultades de la vida. Danos alegría cuando estemos tristes, pan para saciar nuestra hambre y vida eterna para vencer el poder de la muerte.
Madre bendita, a través de los innumerables milagros atribuidos a tu intercesión, has puesto de manifiesto un corazón generoso y compasivo y un gran amor por los enfermos. Acompáñame en este tiempo de mala salud, y acompáñame mientras afronto la enfermedad y la dolencia. Ayúdame a experimentar el poder sanador de Dios a través de tus oraciones y de las mías.
Oración a nuestra señora de guadalupe para la curación
Oh gran San Peregrino, has sido llamado “El Poderoso”, “El Hacedor de Maravillas”, por los numerosos milagros que has obtenido de Dios para aquellos que han recurrido a ti. Durante muchos años llevaste en tu propia carne esta enfermedad cancerosa que destruye la fibra misma del ser, hasta que recurriste a la fuente de toda gracia cuando el poder del hombre ya no podía hacer más. Fuiste favorecido con la visión de Jesús bajando de Su Cruz para sanar tu aflicción. Te suplicamos que pidas a Dios y a la Virgen la curación de los enfermos que te confiamos.
Oh gran San Peregrino, has sido llamado “El Poderoso”, “El Hacedor de Maravillas”, por los numerosos milagros que has obtenido de Dios para aquellos que han recurrido a ti. Durante muchos años llevaste en tu propia carne esta enfermedad cancerosa que destruye la fibra misma del ser, hasta que recurriste a la fuente de toda gracia cuando el poder del hombre ya no podía hacer más. Fuiste favorecido con la visión de Jesús bajando de Su Cruz para sanar tu aflicción. Te suplicamos que pidas a Dios y a la Virgen la curación de los enfermos que te confiamos.
Novena de oración de Nuestra Señora de Guadalupe
La ansiedad y la depresión van en aumento. Incluso las personas llenas de fe y devotas cristianas se enfrentan a menudo a dificultades con la ansiedad, el miedo y la tristeza. Sin embargo, no estamos solos cuando experimentamos la angustia interior del sufrimiento mental. Jesús mismo sudó sangre en el Huerto de Getsemaní mientras se sumergía en oración, preparándose para su inminente Pasión y muerte en la Cruz. Nuestra Santísima Madre también encontró mucho sufrimiento, dolor y ansiedad, como anunció el profeta Simeón en la Presentación de Nuestro Señor. “Y a ti misma te atravesará una espada”, advirtió a María, prediciendo que sentiría los efectos del sufrimiento que iba a padecer su Hijo. Sin duda, gran parte del sufrimiento de Jesús y María
sería aflicción del alma, al soportar las pruebas y tribulaciones de sus vidas en la tierra y los efectos devastadores de la Pasión y muerte de Jesús. Habiendo experimentado este sufrimiento, sin duda pueden entender y relacionarse con las dificultades de aquellos de nosotros que sufrimos en la mente o en el espíritu.