Oración por la curación y la fuerza
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Dios amoroso, te ruego que me consueles en mi sufrimiento, prestes habilidad a las manos de mis sanadores y bendigas los medios utilizados para mi curación. Dame tal confianza en el poder de tu gracia, que incluso cuando tenga miedo, pueda poner toda mi confianza en ti; por nuestro Salvador Jesucristo. Amén.
Señor Jesucristo, con tu paciencia en el sufrimiento santificaste el dolor terrenal y nos diste ejemplo de obediencia a la voluntad de tu Padre. Acércate a mí en mis momentos de debilidad y dolor; sostenme con tu gracia, para que no decaigan mi fuerza y mi valor; cúrame según tu voluntad; y ayúdame a creer siempre que lo que me suceda aquí es de poca importancia si me retienes en la vida eterna, Señor mío y Dios mío. Amén.
Señor, mírame con ojos de misericordia. Que Tu mano sanadora descanse sobre mí, que Tus poderes vivificantes fluyan en cada célula de mi cuerpo y en las profundidades de mi alma, limpiándome, purificándome, devolviéndome la integridad y la fuerza para servir en Tu Reino. Amén.
Jesús misericordioso, tú eres mi guía, la alegría de mi corazón, el autor de mi esperanza y el objeto de mi amor. Vengo en busca de refrigerio y paz. Muéstrame tu misericordia, alivia mis temores y ansiedades, y concédeme una mente tranquila y un corazón expectante, para que por la seguridad de tu presencia pueda aprender a permanecer en ti, que eres mi Señor y mi Dios. Amén.
¿Cuál es la oración más poderosa que puedes rezar?
Se llama “Oración de Jesús”, y consiste simplemente en pronunciar la única palabra “Jesús” (o “Señor Jesús”, o “Señor Jesucristo, ten piedad de mí, pecador”) en cualquier situación, en cualquier momento y lugar, en voz alta o en silencio.
¿Cuáles son las 3 oraciones poderosas?
La oración de protección. La oración de transformación. La oración de restauración.
¿Cómo rezas para tener calma?
Dios amoroso, por favor concédeme paz mental y calma mi corazón atribulado. Mi alma es como un mar turbulento. Parece que no encuentro el equilibrio y tropiezo y me preocupo constantemente. Dame la fuerza y la claridad mental para encontrar mi propósito y caminar por la senda que me has trazado.
Oración por la curación
Recuerda que Dios está dentro de nosotros cuando estamos en estado de gracia y fuera de nosotros cuando estamos en estado de pecado; pero Su ángel nunca nos abandona. . . Él es nuestro amigo más sincero y fiel, incluso cuando le entristecemos con nuestro mal comportamiento.
Tengamos siempre ante los ojos que aquí en la tierra estamos en un campo de batalla y que en el paraíso recibiremos la corona de la victoria; que éste es un campo de prueba y que el premio se otorgará arriba; que ahora estamos en una tierra de exilio mientras que nuestra verdadera patria es el Cielo al que debemos aspirar continuamente.
Imagina a Jesús crucificado en tus brazos y en tu pecho, y di cien veces mientras besas su pecho: “Esta es mi esperanza, la fuente viva de mi felicidad; este es el corazón de mi alma; nada me separará jamás de su amor.”
Amemos, pues, saciar nuestra sed en esta fuente de agua viva y avancemos siempre por el camino del amor divino. Pero convenzámonos también de que nuestras almas nunca quedarán satisfechas aquí abajo. De hecho, sería desastroso para nosotros si, en una determinada etapa de nuestro camino, nos sintiéramos satisfechos, pues sería señal de que pensamos que hemos alcanzado nuestra meta, y en esto nos engañaríamos.
Oración de curación milagrosa
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Santa María, ayuda a los necesitados, da fuerza a los débiles, consuela a los afligidos, ruega por el pueblo de Dios, asiste al clero, intercede por los religiosos. María,todos los que buscan tu ayuda,experimentan tu protección indefectible.Amén.
Reina mía,Madre mía,me ofrezco enteramente a ti. Y para mostrarte mi devoción, te ofrezco hoy mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón, todo mi ser sin reservas. Por lo tanto, buena Madre, ya que soy tuyo, guárdame, guárdame como tu propiedad y posesión. Amén.
Oh Santísima Virgen María, Reina del Santísimo Rosario, que te complaciste en aparecer a los niños de Fátima y revelarles un mensaje glorioso. Te suplicamos que inspires en nuestros corazones un ferviente amor por el rezo del Rosario. Que, meditando los misterios de la redención que en él se recuerdan, obtengamos las gracias y virtudes que te pedimos, por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor y Redentor.Amén.
Breve oración por la curación y la recuperación
Intentaré vivir hoy una vida sencilla, sincera y serena, repeliendo con prontitud todo pensamiento de descontento, ansiedad, desaliento, impureza y egoísmo; cultivando la alegría, la magnanimidad, la caridad y el hábito del santo silencio; ejercitándome en la economía en el gasto, la generosidad en el dar, el cuidado en la conversación, la diligencia en el servicio señalado, la fidelidad a toda confianza y una fe infantil en Dios.
Concédenos, Señor, paciencia para seguir tu camino. Que nuestra confianza no descanse en nuestro propio entendimiento, sino en tu mano que nos guía; que nuestros deseos no sean para nuestra propia comodidad, sino para el gozo de tu reino; porque tu cruz es nuestra esperanza y nuestro gozo ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Dios santo, tu conocimiento de mí supera lo que yo capto o veo en cualquier momento; me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Ahora, ayúdame a confiar en tu misericordia, a verme a la luz de tu santidad, y concédeme la gracia de tener verdadera contrición, hacer una confesión honesta, y encontrar en ti el perdón y la remisión perfecta. Amén.