Oración de San Patricio
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Stuart: “Cristo esté conmigo” es un himno en un estilo coral más tradicional. Se basa en la Oración de San Patricio, que reconoce la cercanía de Cristo en todos los aspectos de nuestra vida. Está dentro de nosotros, a nuestro lado, en quienes nos rodean, y podemos invocarle para que nos proporcione toda la protección y los recursos que necesitamos en nuestro camino diario con Cristo. Espero que este himno sea útil para iglesias de muchas corrientes, denominaciones y estilos musicales diferentes, y puede ser particularmente útil para aquellas congregaciones y coros a los que les encanta cantar en armonía.
Emma: “La Oración de San Patricio” era originalmente una oración para la protección en la batalla, pero la hemos ampliado para que se refiera a batallas de muchas formas, incluidas las batallas en la salud mental y otras batallas diarias a las que se enfrenta la gente. Su premisa es la idea de estar rodeados por Dios desde todos los ángulos, y la protección que Él nos brinda en todos los ámbitos de la vida. El estribillo es una proclamación y un grito de gratitud a la Trinidad -Padre, Hijo y Espíritu- por la forma en que nos ofrece protección y amor.
¿Cuál era la oración de San Patricio?
“El poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios para guiarme… la palabra de Dios para hablar por mí… el escudo de Dios para protegerme… de lejos y de cerca, solo o en multitud”.
¿Cuáles son las palabras de la coraza de San Patricio?
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo debajo de mí, Cristo encima de mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo cuando me acuesto, Cristo cuando me siento, Cristo cuando me levanto, Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo en la boca de todo el que habla de mí, Cristo en …
Dios delante de mí, Dios detrás de mí verso
Sabemos que los profetas de todos los tiempos han oído la voz de Dios y han proclamado sus mensajes con confianza. Y creemos que nuestro Dios nos sigue hablando hoy. Pero, ¿cómo oímos la voz de Dios? Nuestras vidas son ruidosas y nuestras cabezas están llenas de muchas voces que compiten por la atención y la influencia. Entonces, ¿cómo podemos recibir una guía clara de Dios para nuestra vida cotidiana?
Para escuchar intencionadamente cómo nos habla Dios, mi familia y yo practicamos una expresión de oración llamada “oración de escucha”. Esta ha sido una parte importante de mi vida de oración desde el día en que un amigo presentó a mi familia el pequeño libro de Mary Geegh, God Guides. Mary Geegh sirvió como misionera en la India a través de la Iglesia Reformada en América desde 1924 hasta 1962. Guías de Dios describe cómo Dios habló en las vidas de muchas personas mientras ella oraba con ellas para que Dios las guiara mediante la oración de escucha.
La mayoría de nosotros nos imaginamos la oración como un monólogo: Hablamos con Dios, le damos las gracias de corazón y le presentamos nuestras peticiones. Pero la oración es más bien un diálogo, en el que hablamos con Dios y el Señor nos habla.
Cristo conmigo, Cristo en mí
Dios va delante de ti para guiarte, Dios va detrás de ti para protegerte, Dios va debajo de ti para apoyarte, Dios va a tu lado para hacerte amigo. No tengas miedo. Que la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo esté sobre ti. No tengáis miedo. Id en paz a amar y servir al Señor. Amén.
Aproximadamente en 2004, Scott Hoezee y yo visitamos la Facultad de Teología Candler, de la Universidad de Emory, con motivo de la toma de posesión de Tom Long como Profesor Bandy de Homilética. En el culto, John Claypool usó esta bendición, y tanto a Scott como a mí nos pareció poderosa. La ensamblamos después de memoria, y ambos la hemos utilizado desde entonces. Tal vez la razón principal de su fuerza es que rodea al oyente con la sensación de la presencia de Dios y, como consecuencia, se atreve a decirle que no tema.
Ninguno de los dos ha sido capaz de encontrar la procedencia exacta de la bendición que está detrás de John Claypool, pero hay ecos evidentes de la octava estrofa del Pectoral de San Patricio (Cristo detrás de mí, Cristo delante de mí…).
Oración de San Patricio Cristo ante mí
Su título es Faeth Fiada en el Liber Hymnorum del siglo XI que recoge el texto. La etimología popular irlandesa media lo ha interpretado como el “grito del ciervo”, pero es más probable que sea un término para un “hechizo de ocultación”[1]. También se conoce por su incipit (repetido al principio de las cinco primeras secciones) atomruig indiu, o “Hoy me ato a mí mismo”.
La oración forma parte del Liber Hymnorum, una colección de himnos del siglo XI que se encuentra en dos manuscritos conservados en Dublín[2]. También está presente, en un estado más fragmentario, en la Vita tripartita Sancti Patricii, del siglo IX.
San Patricio la cantó cuando Loegaire le tendió una emboscada para que no fuera a Tara a sembrar la fe. Y entonces apareció ante los emboscados que ellos (San Patricio y sus monjes) eran ciervos salvajes con un cervatillo siguiéndoles.
La descripción concluye “fáeth fiada a hainm”, que fue interpretado como “grito del ciervo” por el editor medieval del Liber Hymnorum (de ahí la conexión con la metamorfosis del ciervo),[3] pero el irlandés antiguo fáeth fiada se refiere propiamente a una “niebla de ocultación”[4].