Oración al arcángel Miguel
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Augusta reina del cielo, soberana señora de los ángeles, tú que desde el principio has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de satanás, te suplicamos humildemente que envíes tus santas legiones, para que bajo tu mando y por tu poder, persigan a los espíritus malignos, los encuentren por todas partes, resistan sus audaces ataques y los arrojen al abismo de los males eternos. Amén
Ardiente Serafín, tú que moras en el hogar eterno del amor, incesantemente absorto en los rayos del sol de la justicia te suplicamos en virtud de la Sangre Divina, que enciendas en nuestros corazones ese fuego santo con el que te consumes.(Pide lo que quieras a San Miguel y al Coro de los Nueve Ángeles)
Querubines luminosos, a vosotros que se os permite una visión más profunda de los secretos de Dios, disipad las tinieblas de nuestras almas, y en virtud de la Sangre Divina, dad esa luz sobrenatural a nuestros ojos que nos permita comprender la verdad de la salvación.
Dominaciones Supremas, vosotros que tenéis autoridad sobre todos los coros angélicos, y estáis encargados de la ejecución de la orden de Dios, gobernad sobre nuestras mentes y corazones, y en virtud de la Sangre Divina, ayudadnos a conocer y cumplir fielmente la voluntad de Dios.
Coronilla de San Miguel
Oración – San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del demonio; que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente; y tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.
En la Iglesia Católica Romana, se le conoce como “San Miguel Arcángel” y “San Miguel”. En el Nuevo Testamento, se ve al Arcángel Miguel dirigiendo el ejército del cielo contra el Diablo en las revelaciones. Mientras que él derrotó a Satanás durante la guerra en el cielo. Algunas buenas oraciones al Arcángel Miguel incluyen:
Querido Arcángel San Miguel, guárdanos en la batalla, sé nuestro escudo contra la maldad y las asechanzas del diablo.Que el Señor lo reprenda, te lo pedimos humildemente;y haz Tú, oh Príncipe de las huestes celestiales, por la gracia de Dios, arrojar al infiernoa Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén.
Y haz Tú, oh Príncipe de la hueste celestial, por el poder de Dios, atar las fuerzas de la Muerte y del Infierno, la semilla de Satanás, la falsa jerarquía del Anticristo y todos los espíritus malignos que recorren el mundo para la destrucción de las almas.
Sancte michael archangele, defende nos in proelio
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del Diablo. Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente, y tú, oh Príncipe de los ejércitos celestiales, con el poder de Dios, arroja al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén. Oh glorioso príncipe San Miguel, jefe y comandante de las huestes celestiales, guardián de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, siervo en la casa del Rey Divino y nuestro admirable conductor, tú que brillas con excelencia y virtud sobrehumana, líbranos de todo mal, a quienes acudimos a ti con confianza y permítenos, por tu bondadosa protección, servir a Dios cada día más fielmente.
Policía de San Miguel
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La oración de San Miguel Arcángel es una poderosa oración que todo católico debería conocer de memoria. Es una oración especialmente necesaria en los tiempos que vivimos. Hay enemigos fuera y dentro, a los que nada les gustaría más que destruir la Iglesia y borrar todo rastro de cristianismo del planeta.
San Miguel, por el poder de Dios, está singularmente cualificado para ocuparse del diablo y de sus demonios. Después de todo, por el poder de Dios, expulsó a Satanás del cielo cuando se rebeló contra Dios.
Del mismo modo, los poderes mundanos de hoy en día son lo suficientemente orgullosos como para creer que pueden destruir la Iglesia y el Reino de Dios. Sus creencias son reforzadas cuando los lideres de la Iglesia capitulan y reafirman sus creencias malvadas. Estos lideres no entienden que cuando resistimos a Satanas, nos hacemos mas fuertes y el y sus demonios se debilitan.