7 razones por las que la oración es importante
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Susceptible a las infecciones pulmonares, Rob Kochon llevaba unos cuatro días sintiéndose mal y con dificultad para respirar cuando fue ingresado en un hospital de Florida el martes 17 de marzo. Se le diagnosticó una doble neumonía.
Al día siguiente, una prueba de coronavirus dio positivo. El viernes, Rob fue trasladado al centro de AdventHealth Orlando para poder intubarlo. El 29 de marzo, sufrió tres paradas después de que la mucosidad bloqueara sus pulmones.
El propósito era renunciar a sus propios deseos y alinearse con Dios para escuchar lo que él tuviera que decir. “Sé que es una conversación bidireccional”, dijo. “Realmente sentí la paz de Dios diciéndome que no debía preocuparme por eso. Así que no me preocupé. Normalmente soy una planificadora, pero sabía que Dios tenía un plan”.
AdventHealth, un sistema hospitalario basado en la fe, facilitó las visitas virtuales entre Rob y Carol, a través de las cuales Carol y su familia podían rezar y animar a Rob. Rob entraba y salía de la conciencia, pero recordaba algunos de estos momentos, dijo.
La importancia de la oración personal
La Liturgia de las Horas, también conocida como Oficio Divino u Obra de Dios (Opus Dei), es la oración diaria de la Iglesia, que marca las horas de cada día y santifica la jornada con la oración. Las Horas son un diálogo meditativo sobre el misterio de Cristo, utilizando la escritura y la oración. A veces el diálogo es entre la Iglesia o el alma individual y Dios; a veces es un diálogo entre los miembros de la Iglesia; y a veces es incluso entre la Iglesia y el mundo. El Oficio Divino “es verdaderamente la voz de la misma Esposa dirigida a su Esposo. Es la misma oración que Cristo mismo, junto con su Cuerpo, dirige al Padre”. (SC 84) El diálogo se mantiene siempre, sin embargo, en presencia de Dios y con las palabras y la sabiduría de Dios. Cada una de las cinco Horas canónicas incluye selecciones de los Salmos que culminan con una proclamación bíblica. Las dos Horas más importantes o bisagra son la de la mañana y la de la tarde. Cada una de ellas incluye un cántico evangélico: el Cántico de Zacarías de Lucas 1,68-79 para la Oración de la Mañana (conocido como el Benedictus), y el Cántico de María de Lucas 1,46-55 para la Oración de la Tarde (conocido como el Magnificat). El cántico evangélico actúa como una especie de extensión meditativa de la proclamación bíblica a la luz del acontecimiento de Cristo. La oración de la mañana y la de la tarde incluyen también intercesiones que se derivan de la proclamación bíblica, al igual que los salmos la preparan.
La importancia de la oración con las escrituras
Hemos llegado al tema de la oración. Se ha relatado del Profeta (s.a.w.), “La oración es el puntal de la religión. Si es aceptada, por Alá, el Altísimo, cualquier otra buena acción de los fieles es aceptada. Y si es rechazada, cualquier otra buena acción es rechazada”.
La oración es una audiencia con el Creador, convocada en los momentos diarios prescritos. Alá ha señalado los momentos en los que se reza y la forma en que debe hacerse. Durante esta audiencia, te absorbes por completo en la experiencia. Hablas con Él e invocas Su misericordia. Sales de este encuentro con la conciencia tranquila y el corazón sereno. Es muy natural que sientas la presencia de Alá mientras rezas tu oración.
Cuando el Imam, Zainul Aabideen (a.s.) solía hacer el wudhu su rostro se ponía pálido. Y cuando los miembros de su familia le preguntaban por qué parecía tan demacrado, su respuesta era: “¿No sabéis en presencia de quién voy a estar?”. Cuando empezaba a rezar, le daban escalofríos. Y cuando le preguntaron por qué temblaba, respondió: “Quiero tener audiencia con mi Señor e implorarle. Por eso tiemblo”.
Por qué la oración es importante en nuestra vida
La Comisión de Ecumenismo de la Diócesis de Sale está actualmente en proceso de reestructuración. El presidente de la Comisión (el reverendo Peter Bickley) y el secretario de la Comisión (el diácono Mark Kelly) siguen siendo los delegados diocesanos en el Consejo de Iglesias de Victoria.
El Consejo de Iglesias de Victoria (NCCA) es una comunidad de iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador según las Escrituras y buscan cumplir juntas su vocación común para gloria del único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La NCCA colabora con los consejos ecuménicos estatales de todo el país. En asociación con el Consejo Mundial de Iglesias, la NCCA es miembro de la Conferencia Cristiana de Asia y colaboradora de otros organismos ecuménicos nacionales de todo el mundo.
Hace más de 50 años que se publicó Nostra Aetate, la Declaración del Vaticano II sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas, que transformó positivamente la actitud de la Iglesia hacia los creyentes de otras religiones.
“El diálogo interreligioso es un encuentro entre personas de distintas religiones, en un ambiente de libertad y apertura, para escuchar al otro, tratar de comprender su religión y, con suerte, buscar posibilidades de colaboración. Se espera que el otro interlocutor corresponda, porque el diálogo debe estar marcado por un movimiento bidireccional y no unidireccional”.